El pasado mes de agosto estuvimos dando pedales por tierras galas. (Tan cerca que están y todavía no habíamos visitado a nuestros vecinos). Hacía tiempo (años) que no hacíamos cicloturismo del bueno, el de viajar durante varios días seguidos por un país desconocido y olvidando todas las cosas que nos abruman en el día a día. Fueron quince días desconectados del mundo, sin internet, televisión, periódicos, móvil, idiomas (nosotros no hablamos francés y los franceses no hablan inglés). Dos semanas para dejarse llevar por lo esencial, lo básico, prescindiendo de lo accesorio; solo pedales, naturaleza y un buen libro en las alforjas. ¿Será eso la felicidad?
A continuación os fotografiamos algunas claves de nuestro viaje.
Dejarse llevar sin reservas
Siempre habíamos hecho cicloturismo con el viaje previamente organizado, sabiendo dónde íbamos a dormir cada noche y qué ruta íbamos a recorrer. En esta ocasión, solo teníamos una vaga idea de la ruta, pero dejábamos que el viaje fuera saliendo solo, en función de las ganas, las fuerzas, el paisaje… Es lo bueno del cicloturismo puro.
Naturaleza
Otros preferirán ver ciudades, ir de tiendas o simplemente no hacer nada. A nosotros nos basta con empaparnos de naturaleza por carreteras y aldeas perdidas. Un día, y otro, y otro. Así hasta que el regreso se hace inevitable. Parques naturales de Cevennes, de Grands Causses, de Haut Languedoc.
Turismo convencional
Pero tampoco hay que ser radical. También hay lugares que bien merecen la pena. Un par de ejemplos de nuestro viaje; uno histórico: La Cite en Carcassonne; uno moderno: el faraónico viaducto de Millau.
Curiosidades
Es lo bueno de viajar por el extranjero, que dejas de mirarte el ombligo, que te das cuenta de dónde vives, de qué posición ocupas en el mundo más allá de las estadísticas, el PIB y cosas de esas. ¿Dónde se ha visto que en las calles hayan desfibriladores públicos por si alguien sufre un paro cardiaco? En Francia. Eso es progreso y no el PIB, sobre todo si eso te salva la vida.
Climatología
Salvo en el mediterráneo español que vivimos en una burbuja que ahuyenta la lluvia y solo permite el sol, en el resto del mundo es normal que disfrutes o padezcas de todo un poco durante quince días. Sol, niebla y lluvia.
Agua y baño
Para nosotros, todo viaje cicloturista que se precie debe estar salpicado de un buen baño en algún río o un lago. En este pudimos disfrutar varios días del líquido elemento. Maravilloso.
Dureza
La orografía es lo que tiene, que cuando menos de te lo esperas te encuentras un puerto de 25 km. Y no eran ni los Pirineos ni los Alpes. Más allá de esas cadenas montañosas también han puertos de entidad (la pendiente media fue del 5%).
Para los más interesados, aquí os dejamos las poblaciones donde pernoctamos cada día:
Ripoll – Amelie Les Bains – St. Paul Fenouillet – Ferrals les Coriers – Mons – Ganges – Florac – Millau – Plaisance – La Salvetat – Carcassonne – Espezel – Puigcerdà – Ripoll
Acabo de encontrar este post… me parece genial. No tendreis por ahi el track de la ruta? Estoy especialmente interesado en la parte de carcassone a puigcerda. Saludos, y gracias de antemano
Lo siento, pero como digo en el artículo, ese viaje lo hicimos desconectados del mundo. Así que nada de GPS. Solo un mapa como a la vieja usanza. Saludos.
Acabo de pasarme por vuestro blog y he visto nuevas entradas, Muchas gracias, como siempre son enriquecedoras.
Por cierto, recientemente estuve por el pirineo catalán y también encontré desfibriladores en los pueblos.
Un abrazo.
Ya había ganas de leer una éstas… Un saludo chicos!!!