Viajar en bicicleta por carreteras del olvido. Tranquilos pueblos de interior donde el segundero se mueve al ritmo del minutero. Calles sosegadas donde escuchas tus pensamientos. Cicloturismo que te lleva a visitar el pasado todavía presente, allí donde todo parece más sencillo.
Semanas atrás nos escapamos unos días para viajar pedaleando por algunos pueblos de Castellón y Teruel. Un viaje hacia el interior de nuestra orografía, pero también hacia nuestro interior.
No muy lejos de la ciudad existe otro mundo donde el tiempo a veces parece detenerse, o al menos transcurre más despacio. Es un mundo tan cercano y tan distinto que asombra su proximidad geográfica y su lejanía rítmica. Recorrer parajes casi solitarios por el placer de hacerlo, escuchando únicamente el viento y tu respiración, es viajar al corazón de la libertad, de la vida, de ti.
La vida moderna nos empuja hacia delante, con frenético desdén a través de un camino autocomplicado. Detenerse, montar en la bicicleta y moverse a otro ritmo te da otra perspectiva de la realidad. Atrévete a viajar al interior.
Itinerario
El viaje de tres días siguió este recorrido: Jérica-Montanejos-Zucaina-Castillo de Villamalefa-Villahermosa del Río-Puertomingalvo-Mosqueruela-Linares de Mora-Rubielos de Mora-Olba-Barracas-Pina de Montalgrao-Benafer-Jérica
Además en Jérica se puede encontrar un albergue pàra ciclistas. Rodamons…echarle un vistazo porque desde allí hay multitud de rutas sugerentes y son muy buena gente….hospitalarios al 100 %
Muy sugerente.