Por dos veces, el ciclista que encabezaba el grupo nos espetó: ¡POR LA DERECHA!
Hace unos días rodábamos con nuestras mountain bikes por una pista de tierra amplia. El tramo, con una ligera pendiente de subida en nuestro sentido, presentaba a nuestra derecha una zona descarnada y pedregosa, mientras que la otra parte era más ciclable. Así que nos pusimos a circular por nuestra izquierda. Al poco, vimos que otros bikers bajaban en dirección opuesta a la nuestra. Nos apartamos ligeramente para no entorpecer el paso, aunque la pista era suficientemente amplia. Pero aquel gesto no debió ser suficiente. Por dos veces, el ciclista que encabezaba el grupo nos espetó: ¡POR LA DERECHA!
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