Las bicicletas poco a poco van ganando mayor presencia en nuestras vidas, tanto es así que ya no solo son un elemento de transporte o para practicar deporte, también se han convertido en elementos de distinción y moda. No es extraño ver en nuestras ciudades gente que se mueve en bici, ahora además quieren distinguirse con el diseño de sus fixies. Sin embargo, el problema de guardarlas sigue más presente que nunca, sobre todo en las pequeñas viviendas urbanas. Como sucede en otros campos, hace tiempo que los anglosajones nos enseñaron la solución: convierte a tu bici en un elemento decorativo.
¿Cuántas veces hemos visto en el cine esos apartamentos neoyorquinos donde la bici forma parte de la decoración de salones? En esas imágenes nunca nos pareció que desentonaran, incluso pensábamos que era algo muy cool (por utilizar una expresión actual). La bicicleta estaba ahí pero sin destacar, simplemente formaba parte del paisaje, como un elemento más. A veces incluso te daban ganas de tener una y moverte con ella por la ciudad. Sin embargo, nosotros (los que nos somos anglosajones ni centroeuropeos) siempre hemos visto la bicicleta como algo sucio, lleno de grasa y poco atractivo. Pero ni las bicis, ni las viviendas, ni el concepto de bicicleta es el mismo que el de hace años. Ahora tu bicicleta puede formar parte de la decoración de tu casa, de igual manera que pones fotos tuyas y de tu pareja. Y lo puedes hacer no solo porque son bonitas estéticamente, sino porque forman parte de tu vida, son una proyección tuya y de tu manera de ser.
Aunque no lo parezca, nuestro hogar está lleno de espacios donde aparcar nuestra compañera infatigable. Desde el salón, el pasillo o ese pequeño despacho. Cualquier sitio es mejor que ese trastero lleno de polvo o ese cuarto repleto de cosas viejas, de la tabla de planchar o del carrito de la compra. Si te fijas bien, encontrarás un hueco para ella, bien sea sobre el suelo o colgada, vertical u horizontalmente. Cada vez existen más accesorios para colgar, apoyar o exponer tu bici dentro de tu hogar.
Pon una bici en tu salón, pero hazlo con gusto.