La bicicleta, como cualquier otra actividad, no está exenta de sus propias leyes de Murphy. No es que siempre que salgas a rodar te vas a caer por el simple hecho de que si algo puede salir mal, saldrá mal (aunque no hay ciclista que no se haya caído). La cuestión es que en la bici también se dan algunas extrañas leyes cuya aplicación siempre parece perjudicar al ciclista. Aquí van tres ejemplos.
Si sopla viento, siempre lo hará en contra
Probablemente es la ley de Murphy por antonomasia en el ciclismo. No sé cómo se las arregla, pero aquí Murphy nunca falla, siempre sopla en contra. Y para más INRI, si la ruta es de ida y vuelta por el mismo camino, tendrás el viento en contra a la ida y a la vuelta.
Frente a un cruce, el camino a tomar siempre es que el asciende
En las rutas de mountain bike cuando llegas a un cruce de caminos y tienes dudas por dónde continuar, no hace falta que mires el mapa o el gps, continua por el que ascienda. Ante la duda, hacia arriba. Pocas veces la opción correcta será el camino que desciende.
La ruta siempre va hacia las nubes
Hay días que pedaleas y el cielo tiene nubes y claros. Si el tiempo se complica no te quepa duda que la ruta siempre se dirige hacia las nubes. Si caen algunas gotas, caerán sobre ti. Si por una de aquellas la ruta no va hacia las nubes, entonces, serán las nubes las que vendrán hacia ti. Así es Murphy.
Tres ejemplos de la ley de Murphy cuando sales a rodar en bicicleta. ¿Se te ocurre alguno más?
Si acabas de lavarla, llueve. O eso es con el coche? :S
Buen post, como siempre.
El día que tu no estás bien, ellos están bien.
El día que tu tiras, ellos no tiran, y cuando te hayas desfondado, no te preocupes que saldrá alguien a rematar la faena.
El día que podrías tomar fotos excepcionales, la tarjeta de memoria se ha quedado en la ranura del ordenador,
Si un día no llevas cámara de repuesto, pincharás jajajajaja