Hace aproximadamente un año publicábamos un cuadro de valores con la sensación térmica al montar en bicicleta en función de la temperatura y la velocidad. Y es que cuando llega esta época del año, uno siempre echa de menos algún invento que evite llevar las manos y los pies como unos cubitos de hielo.
Uno anhela al famoso profesor Franz de Copenhague de aquella conocida revista infantil del siglo pasado llamada TBO (tebeo), capaz de los más asombrosos artilugios aunque con resultados banales.
En esta época del año cuando aprieta el frío ¿quién no daría su reino por unos guantes con calefacción incorporada? Y digo yo, si han inventado un cargador de móvil para bicicleta gracias a las pedaladas, ¿no se podría inventar unos guantes con una pequeña resistencia que conectados al cargador de móvil calentara los guantes?
Por no hablar de los pies, esas dos extremidades que a veces parecen muñones por culpa del frío. ¿No podrían inventar unos calcetines de doble capa rellenos de algún material químico que con el movimiento se calentaran? Algo parecido a esos cafés preparados que se calientan al agitarlos.
A ver si algún ingeniero, químico, físico o genio como el profesor Franz de Copenhague da con alguna solución para estos males. Aunque en lugar de morir congelados, igual morimos electrocutados, envenenados o vete tu a saber.
En fin, cosas que a uno se le ocurren mientras va en la bici, sufriendo los rigores del invierno y preguntándose: ¿con lo bien que estaba en la cama calentito? Y luego dicen que el deporte es sano.
Pues yo quería investigar si existía algún tipo de crema o algo que favorezca la circulación y permita que llegue mejor la sangue a los pies y no se te congelen.
Cuanta razón tienes con lo del frio… Pero eso de que el deporte es sano? solo hace pasar por cualquier gimnasio y la frase más oida es «A mí me duele justos xxxx » donde xxxx es la parte del cuerpo que cada uno quiera.