Entrevista al Centro BTT Zona Zero

En esta entrada entrevistamos a Jorge Ruiz de Eguilaz, uno de los impulsores y responsables del centro BTT Zona Zero Ainsa-Pirineos. Como os comentábamos en la entrada anterior, se trata del primer centro de nuestro país especializado en enduro, lo que supone un paso importante en la oferta deportivo-turística alrededor de la mountain bike. En la entrevista encontraréis respuesta a preguntas como de dónde surge la idea de este Centro, qué dificultades tuvieron que hacer frente sus promotores, o por qué un centro BTT especializado en enduro.

¿Quién crea el centro BTT?
El Centro BTT Zona Zero Ainsa-Pirineos nace de la ilusión y el trabajo de seis empresarios de Ainsa, grandes enamorados de la bicicleta y de nuestra tierra. A través del Consejo Sectorial de Turismo y Desarrollo del Ayuntamiento de Ainsa-Sobrarbe presentamos la idea al Ayuntamiento y deciden apoyarnos. La propuesta iba a salir adelante aunque fuese de manera privada, pero creíamos (y aún creemos) que a largo plazo era mejor para todos que fuese municipal.

El Centro lo hemos creado estas seis personas, con la ayuda de amigos y ciclistas de la zona, y con una cantidad de trabajo ingente: diseñando folletos, mapas, rutas, etc; colocando toda la señalética en las rutas, marcando todas ellas vía GPS, limpiando tramos nuevos de caminos aún cerrados para poder hacer las rutas lo más perfectas posibles, buscando información, negociando con las Administraciones, firmando acuerdos, definiendo la estrategia a seguir, redactando toda la información que aparece en la Web, estando encima de su creación, organizando la Kedada Zona Zero BTT para dar a conocer el centro, y un largo etcétera.

¿Quién es el gestor del centro?
La gestión es municipal, y se articula a través de una mesa de trabajo donde están representantes del Ayuntamiento de Ainsa-Sobrarbe (Alcalde, concejal de Turismo y Desarrollo), un técnico del Ayuntamiento y tres de los empresarios-creadores (nos vamos rotando entre los seis según nuestra disponibilidad).

¿Cómo surge la idea de crear un centro btt en Aínsa-Sobrarbe?
El germen de la idea es la Asociación de Amigos de los Caminos Tradicionales de Sobrarbe, una asociación sin ánimo de lucro (de la que somos socios los seis empresarios) que funciona desde hace cinco o seis años, y que se dedica a redescubrir, limpiar, marcar y señalizar antiguos caminos de herradura y senderos olvidados de la Comarca de Sobrarbe. Se trata de los caminos tradicionales que unían entre sí los pueblos de la zona y que eran utilizados antes de la creación de las carreteras actuales. Ello conforma una auténtica tela de araña de caminos por toda el área central de Sobrarbe.

Debido al gran trabajo realizado por la Asociación durante estos años, abriendo y recuperando más de 150 km de caminos, todo ellos ciclables, la red de senderos con la que contamos en la zona es inmensa, y cada vez es más conocida por los bikers, a los que ya empezaba a sonarles la “Zona Zero”, como hemos denominado a esta inmensa red de senderos alrededor de Ainsa.

Así, llega el momento adecuado para crear el Centro BTT, una idea que llevábamos tiempo considerando y que pensamos es el paso lógico para poner en valor toda esta red de caminos.

¿Qué grado de colaboración encontrasteis en los distintos agentes socioeconómicos: administraciones públicas, empresas turísticas, clubes deportivos, peñas y aficionados?
El apoyo ha sido variado, y ha ido desde el completo apoyo por parte del Ayuntamiento de Ainsa-Sobrarbe (que como todos no anda boyante económicamente, pero ha conseguido una subvención de la Diputación Provincial de Huesca, además de poner un técnico municipal en el proyecto, y la Oficina de Turismo y sus informadoras como Punto de Información del Centro BTT), los también esenciales apoyos de la mentada Asociación de Amigos de los Caminos Tradicionales de Sobrarbe y el Club Atlético Sobrarbe (CAS, club deportivo de Ainsa), la muy luchada ayuda de Turismo de la Diputación General de Aragón (otra subvención), hasta la escasa ayuda, interés y apoyo mostrado por la Comarca de Sobrarbe.

Los empresarios han sido algo reticentes de inicio, pero poco a poco se han ido involucrando más en el proyecto, visto el trabajo realizado y que los ciclistas han empezado a llegar notoriamente. Hay multitud de empresas y alojamientos ya adheridos o que están realizando los pasos necesarios para adherirse al centro.

Además hay que nombrar a los aficionados, ciclistas de la zona que aparte de estar completamente a favor del Centro BTT han colaborado con ayuda en la señalización de rutas, limpieza de caminos y en la organización de la Kedada Zona Zero BTT.

¿La propiedad del terreno por donde discurren las rutas es público o privado? ¿Qué tipo de acuerdos o permisos fueron necesarios para implementar el centro?
La mayoría del terreno es público, pues como digo, la base de las rutas son caminos seculares recuperados. Caminos que son públicos y lo siguen siendo aunque hayan estado cerrados por la vegetación durante cincuenta años. Como las rutas discurren por varios municipios, aparte de Ainsa-Sobrarbe, desde este Ayuntamiento se ha pedido a los demás autorización por escrito para señalizar las rutas en sus dominios.

En los contados casos en que se atraviesan terrenos privados se ha llegado a acuerdos verbales con los propietarios, pues una de las cosas buenas de nuestro territorio es que nos conocemos todos y confían en nosotros.

¿La idea de un centro btt especializado en enduro estaba definida al comienzo del proyecto o surgió a medida que se iba desarrollando?
La idea estaba clara. Si queríamos hacer un Centro BTT exitoso, esto debía nacer de la calidad de las rutas, y para nosotros, que conocemos el terreno palmo a palmo, lo que pide la Zona Zero es enduro, es decir, bicis de doble suspensión de 140-180 mm de recorrido. Ya había venido gente endurera a la zona (amigos, conocidos, amigos de amigos…) y se iban encantados de lo que había, así que si alguno de nosotros tenía dudas, eso las disipaba.

¿Por qué esa especialización?
Un Centro BTT debe respetar la idiosincrasia del lugar donde se ubica, el alma de la tierra, y aquí, ese alma son los caminos, que son los que han dado vida desde siempre a estos pueblos. Si los senderos pudieran hablar contarían miles de historias de la gente que los ha recorrido con todo tipo de necesidades y deseos. Historias que en parte conocemos gracias a los ancianos del lugar que, cuando les preguntamos por dónde discurría tal senda o les decimos que ya está transitable esta otra, nos recompensan con una parte de sus recuerdos, patrimonio tan importante como cualquier otro. Tened en cuenta que si tuviéramos que fundar una religión, adoraríamos a los caminos y a los montes que los contenían.

Varios de nosotros somos endureros de pro, pero es que casi todos los ciclistas de la zona, tarde o temprano, se pasan al “lado oscuro” porque el terreno nos lo pide. Está tan a mano ser endurero aquí que casi es obligatorio.

¿Consideráis que es una ventaja competitiva o, por el contrario, pensáis que reduce vuestra capacidad de atraer visitantes al centraros en un tipo concreto de aficionado?
Desde luego lo vemos claramente como una ventaja. Está claro que limita la cantidad de público objetivo, pero el nicho del enduro en España está desatendido, porque aunque sea un porcentaje pequeño entre todos los ciclistas sigue siendo mucha gente, casi siempre es un ciclista que ama su deporte, es como una droga y además se mueve y viaja. Y, claro, si tiene pocas opciones, es más fácil atraerlo. Además, la especialización facilita la promoción que puede realizarse.

También tenemos dos rutas sencillas para quien busque dar un paseo, pensadas más para añadir una opción más al turista que ya visita la zona, y otra más de rally para quien los caminos se le atraganten, además de algunas variantes que suavizan ciertas rutas (tampoco mucho).

¿Qué clase de aficionado a la btt visita vuestro centro?
Principalmente ciclistas de enduro que vienen por y para hacer bici. Ya sean grupos de amigos o en familia y parejas. Desde hace varios años se ven bastantes ciclistas durante las épocas de vacaciones, pero ahora se han multiplicado exponencialmente las bicis de enduro que se ven. Hay también un público ciclista que se entera del Centro BTT estando aquí y realiza alguna ruta ya que se han traído la bici como complemento en sus vacaciones, y por supuesto está el ciclista “autóctono” que también recorre la Zona Zero habitualmente.

¿Son conscientes de esta característica del centro, o se llevan alguna sorpresa los visitantes?
La mayoría sí que saben a lo que vienen, pues nos hemos encargado de dejar lo más claro posible que este Centro BTT no tiene nada que ver con otros, ni por concepto, ni por dificultad. Obviamente ha llegado gente que ha pensado que no era tan duro como lo pintábamos y, al llegar a las rutas, se ha visto superado, pero son casos contados.

Está mal que lo digamos nosotros pero por las opiniones de las encuestas, bastante gente se encuentra sorpresas, pero positivas (sobre todo en información y balizamiento al comparar con otros centros BTT).

Hemos intentado ser lo más veraces y exactos posibles en la información de la Web para evitar en lo posible crear falsas expectativas.

¿Cuál es vuestra valoración tras la primera temporada de haber apostado por seguir una estrategia de especialización?
Muy positiva, no nos esperábamos una acogida tan rápida como la que ha tenido el Centro BTT entre los bikers, y tenemos que agradecerles enormemente el haber confiado en la Zona Zero como lugar donde pasar parte de sus vacaciones. Y es que solamente hemos realizado promoción en foros a través de la Kedada Zona Zero, el posicionamiento de la Web y aparecer de refilón en alguna revista especializada.

De hecho, estos primeros meses ha servido para que los empresarios y vecinos de la zona se den cuenta de lo positiva que puede ser esta iniciativa.

Es a partir de este otoño-invierno cuando queremos empezar con una promoción más seria y exhaustiva de cara a primavera, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, pues pensamos que tenemos posibilidades de ser bien aceptados por el biker europeo. No debemos olvidar que esta iniciativa busca desestacionalizar el turismo; la primavera y el otoño son la mejor época para disfrutar de las rutas de la Zona Zero, mucho más que el verano. Aunque como todo, dependerá del dinero disponible. Porque ganas de trabajar hay y muchas.

¿Tras los primeros meses de funcionamiento, qué cosas hubierais cambiado o hecho de otra forma? (Si es que es así)
No sabría qué decir, tal vez haber publicitado más el centro, o haber dado más la lata a empresas grandes del sector para que nos patrocinaran el centro. Lo intentamos con Garmin, pues al ser pioneros en contar con rutas específicas para GPS igual podía interesarles, pero no quisieron saber nada. Quizá hubiéramos podido haber marcado dos o tres rutas más para GPS, visto lo bien que han funcionado.

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