Entrevista a Mundubicyclette (II parte)

En la primera parte de la entrevista a Alice y Andoni nos centramos en los motivos que les llevaron ser a cicloviajeros, en los primeros temores y cómo les fue cambiando la vida. En esta segunda parte de la entrevista nos centramos en cómo afrontaron el regreso a la rutina tras el primer viaje, por qué volvieron a la carretera o cómo financian sus viajes.

¿Cómo fue la vuelta a la vida rutinaria tras el primer viaje? ¿Hubo problemas de adaptación?
No fue muy fácil. Un viaje así te abre mucho los ojos. Al
regresar te enfrentas a un mundo auto-suficiente y etnocéntrico. Por
eso, al regreso, vimos la necesidad de realizar una proyección audiovisual, dar conferencias, y compartir nuestra experiencia y una
visión más humanista del mundo. Además, a nosotros nos permitía seguir
viajando con todos eso buenos momentos.

¿Trabajáis? ¿Cómo os ganáis la vida?
Durante el viaje nunca hemos trabajado, al menos, no nos ha echo falta. Viajando en bicicleta se gasta muy poco.

¿Cómo financiáis los viajes?
Para el primer viaje, ahorramos durante tres años. Con dos sueldos pudimos conseguir el dinero suficiente para viajar durante tres años. Nuestra media diaria fue aproximadamente de 25 € para los dos (15 € para la vida cotidiana y 10 € para el material extra, transporte, visas, etc.) En nuestro segundo viaje, antes de partir realizamos algunas conferencias del viaje previo y pudimos economizar ese dinero. Ahora, con Maia, nuestra hija, recibimos un dinero del gobierno belga (residimos en Bruselas) de las “allocations familiales” y un dinero extra por cuidar a nuestra hija. En Europa no es gran cosa (no se podría vivir), pero viajando por Sudamérica y en bicicleta es más que suficiente.

Tras vuestro primer gran viaje, ¿por qué de nuevo a la carretera?
Porque extrañamos la ruta, la tremenda sensación de libertad que siente uno cuando esta sobre la bicicleta; con todas las opciones que ofrece el mundo, disfrutar del tiempo, poder pensar con tranquilidad, los encuentros que cada vez son diferentes y enriquecedores… Sin estrés, rutina, el “qué dirán”, las presiones sociales y las etiquetas. Estábamos aburridos de estar en casa, no queríamos todavía construir una vida sedentaria, queríamos aprovechar la niñez de nuestra hija para viajar un par de años más, y dejar para más tarde la vida sedentaria.

En este segundo viaje, ¿cómo se viaja siendo tres?
Diferente, aunque nuestra filosofía de viajar no ha cambiado mucho. Aunque antes teníamos más tiempo para los dos. Íbamos más a la
aventura y nos metíamos en lugares más remotos y en condiciones climáticas adversas. Ahora vamos con más cuidado y mucho más despacio.
Pero seguimos acampando mucho a la intemperie (donde se puede) y no
planificamos dónde vamos a pasar la noche y adónde vamos a ir.
Ahora también viajamos con los ojos de una niña de casi cuatro años y,
la verdad, es una buena experiencia. Sobre todo el contacto con la
naturaleza y un mundo más infantil.

¿Cómo se está adaptando vuestra hija a la experiencia?
De momento muy bien, mejor de lo que esperábamos. Pero va a épocas. Hubo una temporada que no quería estar mucho tiempo en el ciclo-remolque, pero ahora le encanta, es su pequeño mundo. También le gusta mucho acampar y conocer cosas. Tenemos la suerte que es muy sociable y no tiene mucha dificultad para encontrar amigotes y jugar. Eso es lo grande de los niños, que no hacen diferencias, solo quieren jugar y ya está, sin hacer distinciones por el color de la piel, estatus social, etc.

En Occidente estamos acostumbrados a que las mujeres embarazadas acudan al médico para constantes revisiones ¿qué tipo de asistencia ha recibido Alice durante sus embarazos?
Nos dimos cuenta del embarazo en Venezuela, y sospechamos que
cuando cruzamos el Atlántico ya estaba embarazada. Hemos hecho un par de ecografías para ver si todo estaba bien, pero nada más. En la actualidad, las mujeres de aquí también van mucho al médico para ver si todo va bien, el que se lo puede permitir, y casi todas van al hospital a parir. Un dato curioso es que el 80% de las mujeres que paren es con cesárea. Nosotros tendremos al niño en casa. Más tranquilo.

¿Lleváis algún tipo de seguro médico?
Sí, siempre hemos llevado. Aunque afortunadamente nunca hemos tenido que hacer uso de él.

¿Tenéis algún plan concreto sobre el viaje actual?
No lo sabemos. Todo depende del crio. Si todo sale bien, y podemos continuar con un bebe de apenas unos meses, nuestra intención es seguir el viaje hacia el sur, es decir, Argentina.

¿Tenéis algún plan para cuando acabe, si pensáis acabar algún día? Es decir, ¿y después qué?
Sí, claro; formar un hogar y establecerse en una vida más sedentaria. Tenemos algunos proyectos propios, no nos vemos trabajando otra vez en una multinacional. Pero sobre todo, intentar vivir de la manera más modesta, sin depender de todas esas cosas innecesarias que nuestra sociedad nos ofrece. Es decir, aprovechar más el tiempo en otras cosas que tener que trabajar para comprar todos esos artilugios. Recuerdo cuando volvimos a Bruselas tras dar la vuelta al mundo en bicicleta, uno seguía en las nubes y nada más llegar nos preguntaban: y ahora ¿qué vais hacer?

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