No es que lo parezca, pero por si alguien tenía dudas: la imagen de la fotografía no corresponde a España. Se trata de Alemania, ¡cómo no!

Este verano, con motivo de nuestra participación en la Transalp, nos desplazamos en ferrocarril desde Munich a la ciudad donde arrancaba la prueba (Mittenwald). Mientras organizábamos nuestro viaje tuvimos que ver cómo llegábamos a Mittenwald con las maletas y las bicicletas a cuesta. No fue difícil. En Alemania (al igual que en otros países europeos) no solo te permiten subir las bicis al tren, sino que además hay vagones destinados a tal finalidad. Por supuesto, las bicis también pagan (10€), pero para eso tienen su propio vagón. Me pregunto cómo hubiera resuelto el problema aquí en España; seguramente con mucho más dinero.

Una vez más, uno se pregunta si somos europeos de verdad o solo llevamos la etiqueta. Lo peor de todo esto no es la distancia que nos separa de otros países más desarrollados, sino que esta crisis aumentará las diferencias todavía más. Mientras, nuestros políticos profesionalizados, que no profesionales, se dedican a poner trabas al desarrollo del uso de la bicicleta con normativas absurdas que denotan cuán lejos de la realidad viven: que si el casco obligatorio por la ciudad, que si no se puede circular por sendas en el monte,… Legislar desde una atalaya solo conduce a leyes estúpidas. En fin, para qué seguir hablando.

Para terminar de una manera más distendida, aquí os dejo un desenfadado y acertado video (como su blog) de nuestros colegas del norte David y Asier. Aunque desde el principio queda claro que tampoco se trata de España, si llegas al final del video verás por qué no lo es. ¿O de eso también hay por estas latitudes?