Por dos veces, el ciclista que encabezaba el grupo nos espetó: ¡POR LA DERECHA!

Hace unos días rodábamos con nuestras mountain bikes por una pista de tierra amplia. El tramo, con una ligera pendiente de subida en nuestro sentido, presentaba a nuestra derecha una zona descarnada y pedregosa, mientras que la otra parte era más ciclable. Así que nos pusimos a circular por nuestra izquierda. Al poco, vimos que otros bikers bajaban en dirección opuesta a la nuestra. Nos apartamos ligeramente para no entorpecer el paso, aunque la pista era suficientemente amplia. Pero aquel gesto no debió ser suficiente. Por dos veces, el ciclista que encabezaba el grupo nos espetó: ¡POR LA DERECHA!

Aunque no entorpecíamos su paso, nos arrimamos más aún y pusimos pie a tierra. Cuando pasó por nuestro lado nos miró de soslayo. Nosotros continuamos con una pregunta en la cabeza, ¿habrá bajado este ciclista toda la pista circulando por su derecha, o habrá buscado el mejor lugar para trazar las curvas aunque eso suponga invadir el lado izquierdo?

Perdonad la osadía, pero no creo que nadie circule en la montaña siempre por su derecha, ni de subida ni de bajada. No soy ningún experto biker, la técnica no es lo nuestro, pero en los libros de técnica siempre hablan de buscar la mejor trazada en función de las características del terreno. ¿Debo trazar por medio de las pequeñas torrenteras que se forman en multitud de ocasiones o debo buscar la zona más ciclable? ¿Debo parar en los cruces y hacer un stop, aunque no esté indicado? ¿Quién tiene preferencia en una senda donde solo cabe una bici?

Todas estas cuestiones y muchas otras que se pueden dar en las rutas de btt, especialmente en zonas donde se concentran muchos bikers los fines de semana, se pueden solucionar de dos formas: la primera es con sentido común, civismo y tolerancia. Es fácil saber en cada situación quién tiene que ceder el paso; si vas por la izquierda, cédelo; si el otro va más rápido, apártate; y en caso de duda, párate y facilita el paso al otro. Seguro que no pierdes ninguna carrera y, por otro lado, ser amable siempre resulta gratificante.

La otra opción para solucionar estos pequeños conflictos circulatorios es ponernos a regularlo todo y pedir responsabilidades civiles y penales por los daños físicos, económicos y morales que causemos a los otros. Es decir, perder el sentido común como se está perdiendo en las ciudades con el auge del uso de la bicicleta, donde se habla de que si un carnet para los ciclistas, un seguro, normas de circulación para bicicletas, etc. ¡Viva la normativa y la burocracia! Por otro lado, podemos empezar a demandar judicialmente a diestra y siniestra (si circulas por la derecha o por la izquierda) como hacen los estadounidenses, tan aficionados a los juicios, que en lugar de asumir las responsabilidades de ser libre y vivir en sociedad, buscan responsables en todos los demás, hasta el extremo de llegar a demandar a Dios.

Mucho me temo que el sentido común, el civismo y la tolerancia saldrán perdiendo, y dentro de poco tendremos que aprobar un curso y disponer de la correspondiente licencia para circular por la montaña en bicicleta, seguro de circulación, pagar impuestos según la potencia de tu bici (que se preparen los que llevan lo mejor de lo mejor), además de circular siempre por la derecha.

Desgraciadamente siempre tomamos el camino/trazada más complicado/a.